(Fuente foto: El Pirineo Aragonés)
“Hay mucho interés por parte de algunos políticos nacionales y locales en llevar a cabo este mega proyecto sin sentido, enormemente caro en construcción y en mantenimiento, pensando muy poco en el interés general, como debiera ser nuestro patrimonio natural, cultural, e histórico”
Se ha insistido tanto, ha sido noticia en tantos medios la variante de Jaca, que podría creerse que su construcción es inminente, después de superar las trabas judiciales, el periodo de licitaciones, las expropiaciones y demás actuaciones antes de su definitiva puesta en escena. Sin embargo, la variante aún no es un hecho ya que quedan por considerar “otros recorridos” que se plantearan con seguridad en un procedimiento contencioso.
Lo más sensato sería transformar en una circunvalación la causa del litigio para que no irrumpiera a escasos metros de viviendas, de un hospital, de un hotel, y una residencia para personas mayores, evitándose también el enorme perjuicio sobre la ciudad de Jaca que supondría el aumento exponencial de un tráfico contaminante y ruidoso.
Una circunvalación como existe en otras ciudades europeas y españolas, como defendemos las personas que formamos parte de la asociación de Jaca Sin Perder el Norte, con el apoyo de cientos de ciudadanos, muchos de ellos turistas. Todos quedan perplejos cuando se les muestra el paisaje emblemático de la ciudad que va a ser destruido por autovías, y el lugar donde se contempla, que paradójicamente se llama el paseo de los Miradores y el Banco de la Salud.
Hace pocos meses la asociación perdió a su presidenta, mi querida amiga Margarita Langa, una persona extraordinaria, que deja un gran vacío, pero que también nos deja el ánimo y el coraje para seguir con nuestro empeño: “no tirar la toalla” es una de las frases que recuerdo de las conversaciones con ella, y posiblemente una de las últimas.
Hay mucho interés por parte de algunos políticos nacionales y locales en llevar a cabo este mega proyecto sin sentido, enormemente caro en construcción y en mantenimiento, pensando muy poco en el interés general, como debiera ser nuestro patrimonio natural, cultural, e histórico. Estamos hablando del río Aragón, que será doblegado con enormes pilares de hormigón y seguramente encauzado y canalizado, matando todos atisbo de vida en el largo periodo de la ejecución de las obras. Dejará de ser a su paso por Jaca el bravo y limpio río Aragón, testigo de hechos históricos como el nacimiento de un reino del que tomó su nombre y al que Santiago Ramon y Cajal llamo río Sagrado en su infancia y juventud, como cuenta en sus memorias.
No, el viaducto no es una realidad y vamos a seguir luchando para que nunca lo sea. Vamos a seguir defendiendo los valores que dan sentido a nuestro valle del Aragón.