(fuente foto: El Pirineo Aragonés)
El pasado día 27 de septiembre, en declaraciones a este periódico, el Sr. Carlos Serrano, alcalde de Jaca, manifestaba que “Jaca se convertirá en un cuello de botella si no comienzan las obras de la variante”.
Se trata de un argumento especulativo ya que puede ser discutible si Jaca se va a convertir, efectivamente, en un cuello de botella sin dicha variante, extremo que, en todo caso, nadie desea. Tampoco en nuestra asociación “Jaca sin Perder el Norte” se quiere tal cosa para la ciudad. Por otra parte, de ninguna manera deseamos en nuestra asociación que Jaca se convierta en lugar de paso del transporte de mercancías peligrosas en un flujo indeseable de camiones. Por eso trabajamos en trayectos alternativos y nos encontramos alineados con el impulso que Europa quiere dar al transporte por tren. La Presidencia del Consejo de Europa y el Parlamento Europeo han alcanzado en enero de este año un acuerdo provisional para el desarrollo de una red transeuropea de transporte. La nueva legislación tiene por objeto construir una red de transporte fiable, sin fisuras y de alta calidad, que garantice una conectividad sostenible en toda Europa y en la que el transporte ferroviario de personas y mercancías será un objetivo estratégico. Tampoco Europa quiere la variante.
Lo que sí queda meridianamente claro y sin lugar a margen de error es en lo que se va a convertir Jaca en caso de que algún día el actual proyecto de la “variante” se lleve a cabo.
Cercenar el valle del río Aragón con una mega-estructura de hormigón hundiendo sus pilares de cemento en el cauce del río con las graves afectaciones que esto va a conllevar desde un punto de vista paisajístico. Impactar muy negativamente sobre el modo de vida de los pueblos de la Solana. Degradar el camino de Santiago. Incrementar de forma insostenible la contaminación acústica, sobre todo para los residentes del barrio Norte, y, qué decir, tiene, para los pacientes del hospital situado a apenas 25 metros de la proyectada variante. Y, en fin, poder tocar prácticamente con los dedos una mole de autopista de varios carriles desde el, hasta ahora, apacible y tranquilo Paseo de la Cantera. ¿Se lo imaginan? Nosotros sí.
Y en todo esto sí se va a convertir Jaca si el proyecto de la “variante” se llevara a cabo. Por eso nos vamos a oponer a su construcción con todas nuestras fuerzas a las que se están ya sumando todas aquellas personas que consideran que la completa destrucción del valle del río Aragón no es una opción.
Firmado: CÉSAR SAN JUAN GUILLÉN (Presidente de la Asociación Jaca sin Perder el Norte)